sábado, 30 de junio de 2018

Justificación

Han pasado 25 años desde que escribí en una pequeña bitácora un viaje en bici que realicé con Pedro por un territorio fascinante, la ruta comprendía el País Vasco, parte del Pirineo oeste francés hasta Orthez (donde presenciamos unas etapas de aquel Tour de Francia que ganaría, cómo no, Miguel Indurain seguido de Tony Rominger). Regresamos a la península bajando desde Roncesvalles hasta Pamplona allá en el año 1993, donde finaliza el diario sumando casi 1.100 km.
Utilizamos dos bicis de montaña, una Bh Force capitaneada por Pedro y una Orbea Traction por servidora, sin suspensiones.
He guardado, al igual que otros diarios de viaje en bici, este manuscrito pensando que con el tiempo algo haría con él. No hace mucho tuve la suerte de recuperar las diapositivas para transcribir el texto y combinarlas con las imágenes y así darle forma a la historia. Ahora las he digitalizado y he decidido lanzarlo a la red por varios motivos. Primero para refrescar la memoria y divertirme un poco con lo que en dicho diario reflejo y, segundo, para valorar que con poco presupuesto se puede disfrutar de la bici para hacer cosas y kilómetros y vivir aventuras.
En las bicis lo llevábamos todo, tienda de campaña, ropa, calzado, comida, camping gas, repuestos urgentes para la bici y pequeños útiles que se llevan en las excursiones. Bici y carga superaban los 20 kilos, pero las ganas podían mas que el peso. El sabor de la aventura nos atraía y, a golpe de pedal superamos etapas con viento, sol, paisajes preciosos, puertos de montaña y muchos kilómetros.
25 años son muchos. Desde entonces el progreso, y sobre todo la tecnología, han cambiado la forma de viajar en bici. Para hacerse una idea de como eran las cosas por aquel entonces, y a modo de prólogo detallaré a grandes rasgos como estaba el mundo por aquel entonces para que nos vayamos poniendo en situación e intentar enfocar la forma de vivir de aquellos año desde el punto de vista de una persona que habitaba en el sur de la península ibérica.

Pongámonos en situación:

- No teníamos teléfonos móviles, para llamar por teléfono usábamos cabinas. Telefónica era monopolio en el país y MoviLine se denominaba al área comercial de la telefonía móvil (ahora Movistar) que alcanzaba ya las 100.000 líneas en todo el país. Dos años después Airtel (ahora Vodafone) irrumpiría en el mercado de las comunicaciones.

- No teníamos GPS. Los mapas que nos guiaban por el camino eran copias de los mapas de Michelín.

- Llevábamos una cámara réflex, Yashica y las fotografías que realizamos las hacíamos en formato de diapositivas.

- Nos gobernaba Felipe González, con Aznar en la oposición. Clinton presidía los USA, Yeltsin la Federación de Rusia y Helmut Kohl era Canciller de Alemania. Mariano Rajoy, que ya tenía barba y 38 años, era diputado en las cortes por Pontevedra. Pablo Iglesias tenía 14 añitos y Pedro Sánchez 21, acababa de afiliarse al partido gobernante por entonces, el PSOE.

- En el mundo futbolero los nombres eran Bebeto, Zubizarreta, Stoichkov, Zamorano, Berigistain y la Quinta del Buitre. Sampras, Bruguera, Steffi, Arantxa Sánchez Vicario sonaban en el tenis, también el de Mónica Selles que se recuperaba de un ataque de un descerebrado, que intentó apuñalarla mientras disputaba un partido en Hamburgo. Rafa Nadal tenía 7 años, Messi 6, Casillas 12, Alberto Contador 10, Chris Froome, 8, Mikel Landa 3, los mismos que Nairo Quintana.

-Pedro González y Emilio Tamargo comentaban las etapas de ciclismo por TVE y José María García emitía en la COPE las que hoy nos parecen épicas etapas de ciclismo.

-Y nosotros viajaríamos hacia Francia para ver a los ídolos de las dos ruedas: Miguel Induráin, Tony Rominger, Oliverio Rincón, Zenon Jaskula, Pedro Delgado, Djamolidine Abdoujaparov, Mario Cipollini, Claudio Chiappuci, Johan Museeuv, Richard Virenque, Antonio Martín Velasco... Servidora seguía sus gestas a través de la revista Bicisport y Ciclismo a Fondo. 
  
Yo tenía 24 años y Pedro 27.... y ya ha llovido un poco.

Salida: De Málaga a Vitoria... en bus

Viernes 9 de Julio de 1993

Prisas, bulla, nervios mientras preparamos la carga que llevaremos para el viaje. No hay tiempo que perder, esto es una contra-reloj. Sudando, salimos con el tiempo justo. El pedal de Pedro puede traer problemas, está roto. Saco a última hora fotocopias de zonas de interés en el País Vasco. Vamos y decidimos que en la empresa donde trabajo hago las fotocopias; deprisa, no hay tiempo que perder. Copio las hojas y rodando vamos a la parada de bus donde montaremos las bicis y bultos para ir al País Vasco. Bici y carga superan ligeramente los 20 kilos.
El autobús parte sobre las 7 de la tarde desde el Hostal Avenida en la Alameda Principal de Málaga. El viaje es largo y nunca hemos hecho un trayecto de tantos  kilómetros en bus.
A ver como discurre.

¡Empieza la aventura!

Etapa 1. Vitoria-Gasteiz

Sábado 10 de Julio de 1993                           44 km.

Llegamos a las ocho y media ó mas bien dicho, cerca de las nueve de la mañana. La ciudad está gris y vacía, me recuerda un día de domingo en invierno. Olvidamos en el bus el bidón de agua de la bici, el pequeño de Banesto, nos dimos cuenta cuando cargamos todo en la bici. El día no es muy bueno pero por estos lares creo que será normal aunque estemos en Julio. Una vez montado todo nos dirigimos al Camping Ibaia que está a las afueras de la ciudad, lo vimos antes de llegar. No hemos dormido bien en el bus, pero eso es lo que había. Llegamos al camping y nos recibió una melena con dientes de tecla de piano, simpaticona y fina (canija). El camping no es muy grande, hay muchas caravanas. Montamos el campamento al fondo del camping; desayunamos y decidimos reparar un poco la falta de sueño sobre los deliciosos sacos de dormir que nos aclamaban después de mas de 14 horas de viaje. Nos levantamos y casi serían las 2 de la tarde. Dimos un paseo en bici en busca de un lugar que nos dé de comer y nos relaje... dando muchas vueltas para terminar en un "self-service" al lado de la estación de bus. No había de lo que queríamos y terminamos comiéndonos una chuleta de cerdo que nos cobraron antes comer a 1.200 pelas cada una; ya nos han timado fue la impresión. Después del sinsabor nos llegó la chuleta familiar; había que subir a una escalera para hincar el cuchillo, tanta chuleta que no la pudimos devorar por mucho que se intentara (el caso es que Pedro quería algo caliente y sólido, no patateo). Después del festín seguimos paseando en bici (las habíamos dejado aparcadas fuera).
Ha llovido, en la ciudad no hay nadie y hace fresco. Esto me recuerda al viaje que hicimos en diciembre de 1992 a Almería(*). Paseamos por una  ciudad en la que la gente no existe. Después de un par de horas el tiempo va suavizándose y algo se activan las calles. En una hora, toda Vitoria sale a la calle a tomar, nunca mejor dicho, "el fresco", dimos unas cuantas vueltas mas viendo la ciudad y alrededores terminando en Simago (General Alava, 10) haciendo una compra. En el centro casi no hay tiendas.

Poco antes tuvimos la ocurrencia de buscar los carriles bici de la ciudad y los recorrimos: uno va para la Universidad, otros se cortan por obras, los que hay son grandes.
Llegamos a la zona deportiva y en un estadio polideportivo hay un campeonato de no se qué. Entramos y vimos un rato a gente correr y saltar, jóvenes bien preparados.
Decidimos ir a comprar el avituallamiento, como antes dije, y después nos fuimos al camping. Comimos un poco de pan con mantequilla, poleo menta. Después de la ingesta nos entraron ganas de relajarnos un poco y por supuesto que lo hicimos: desde un poco más de las siete hasta... el día siguiente!!!

Ni cena, ni ná de ná. Sólo oímos chispear un poco cuando ya navegábamos en los sacos...


(*) Ruta en bicicleta por Cabo de Gata en Navidades, un desierto puro, reflejado en otro diario.

Etapa 2. Vitoria-Gasteiz (II)

Domingo 11 de Julio de 1993          77 km. (121 km.)

Despertamos y un buen día nos esperaba, quiero decir con esto que no llovía. Repuestos ya del todo y con ganas de ver lo que hay por aquí, desayunamos. Nos hemos levantado pronto y planeamos hacer un circuito por la zona. Vamos abrigados pero la gente va en manga corta. La ciudad da la sensación de que no está acostumbrada al buen tiempo.
Salimos por una zona que puede equivaler a El Viso (Málaga): Barrios dormitorios. Hay mucha gente en bici y no parece gente que la use porque esté de moda, es gente que la utiliza desde hace tiempo y es costumbre. En Vitoria hay bastantes zonas adecuadas con carriles bici, unas se limitan desde la calzada mediante unos bordillos anchos y el carril es de otro color (rojiza). En otros el límite del carril es un vallado el que impide a los coches que invadan la zona de las bicis. Lo carriles se sitúan entre la acera y la calzada. Mucha gente por todos lados con bicicleta, gente con buenas piernas. 
Bueno, nuestra salida fue por las aldeas de Zuatzu - Ascarza - Argandoña y Estíbaliz, donde vimos una iglesia y una zona de acampada de domingueros, que de hecho estaba algo lleno de gente a las 12.00, comiendo. Allí terminó la carretera que nos llevó, luego cogimos un atajo de tierra y llegamos a otro lugar, una aldea llamada Oreitia.
En estos sitios hay que resaltar que no existen mas de diez casas, no hay ni tiendas, ni bares, lo que si suele haber es una iglesia o algo parecido. Seguimos y subimos hasta Argomaniz y sin querer nos metimos en una zona donde descansan los "vitorinos", el Parque de Garaio, muy verde, precioso y bien cuidado, al lado del embalse.. allí estuvimos. Salimos y nos dirigimos en sentido Ozaeta que se quedó a la derecha.
Pedro con su BH-Force
En Marieta vimos dos bares y seguimos hasta Landa, un pueblo bajo el embalse. Allí el hambre dio su grito de guerra. Entre el sol, el viento y los chorizos que vimos en el tenderete de un hombre (además de salchichas, quesos, muchos frutos secos y vino) me dió un sofoco fuerte, tanto que casi me mareo. Me eché al césped, con el calor que hacía y yo con camiseta, jersey y chubasquero. Recuperé un poco y mas adelante, en un bar, compré pan y allí nos dimos el festival. Vimos el final de etapa del Tour (se cae Zulle) y al sol nos relajamos un rato.

Después de dos horas de descanso, emprendimos la marcha de vuelta, bordeamos el embalse de Ullíbarri-Gamboa entero por la carretera y volvimos a Vitoria.
Con estas pintas y la Orbea Traction

Fuimos a ver si en el polideportivo había algo pero estaba cerrado. Dimos un último paseo y de vuelta al camping. Cenamos rica sopa de ternera (de sobre) y estrellitas, y la nocilla, que compramos en una tienda del centro, nos sirvió para darle dulzor al poleo menta.

Al final, el día se portó bien.


Nota:
Ruta aproximada: Wikiloc - Etapa 2


Tirando de hemerotecas

Iré tirando de hemerotecas para seguir ubicándonos en 1993. Para empezar inserto dos imágenes.
Un rescate del ABC con un artículo que nos cuenta que se masticaba en el Tour, y una delicia publicitaria, por ejemplo podíamos comprarnos un Clío por 1.100.000 pesetas, o sea 6.600,00 euros. Los pantalones del modelo son magistrales, tan holgado como el chubasquero que yo llevaba.


Aquí os dejo un vídeo del resumen etapa del Tour del día hoy. La infografía no tiene desperdicio.

Etapa 3. Vitoria - Sopelana

Lunes 12 de Julio de 1993               94 km. (215 km)

Aunque no sea lo normal en nosotros, nos levantamos temprano. Desayunamos bastante bien: 1 litro de leche con Frostis, pan con nocilla y yogurt. Pedro fue a pagar la estancia del camping y luego,  llamando por teléfono a casa pero no había nadie; me comenta que probablemente su hermano, Paco, esté celebrando el primer aniversario de boda.
Nos vamos hacia Bilbao y cogemos la N-240. El día está buenecito pero hay nubes. La N-240 es una vía muy transitada por camiones. Dejamos a nuestra derecha otro embalse. El asfalto está en buenas condiciones y el arcén es ancho, hay rompepiernas, los vaivenes "sube y baja" de la carretera. El paisaje es muy verde, mucho pino, abeto, castaño.. es muy diferente comparándolos con los del sur. Todo es de un verde más "francés que español" que me recuerdan a las aldeas de Francia. Creo que desde fuera (extranjero) el concepto que se tiene de Spain es que no es tan verde sino más seco, cálido, tal vez más andaluz, pero claro, es una teoría que aquí en el norte se rompe por completo.
Subimos el Puerto de Barazar de 604 m. casi sin enterarnos de la subida, por esta vertiente es muy suave, sin embargo la bajada tiene un 7% de pendiente en 7 km. Cuando llegamos a lo alto hicimos una parada. La bajada es preciosa, el valle que vemos es enorme, verde y oro (del trigo). Los camiones suben con dificultad enormes rollos de acero, vigas de hierro y tubos, muchos camiones. El tiempo va mejorando conforme nos acercamos a Bilbao. Unos 25 km antes de Bilbao todos los poblados están unos junto a otros, y sin enterarnos entramos en la ciudad después de bajar una cuesta prolongada. Vimos la ría y cuando llegamos a la orilla del este empezamos a buscar un lugar donde comer y ver el Tour. En un bar situado entre calle Benidorm y camino de Getxo (Guecho) por la parte de arriba, lindando con transportes Helguera, resultó que quien nos daría de comer conoce Málaga bien.
Varias veces al oír el acento (en particular, el de Pedro) nos han preguntado aquello de, ¿sois andaluces?. Este señor en concreto nos preguntó si éramos sevillanos. Dijimos que de Málaga él (Pedro) y de Madrid, yo. Le hizo gracia y el señor conversó con Pedro un rato. Comimos callos con garbanzos y tomate. Muy rico. Patatas fritas con lomo, café y luego hicimos de nuevo una llamada de teléfono en la cabina. Mientras veíamos la etapa del Tour en la tele del bar, (por cierto el "navarrón" es un monstruo), el señor nos invitó a un vino del lugar parecido al pajarete pero mucho más suave y más ligero; nos lo sirvió fresquito.
Después del gran paréntesis que fué este encuentro en Bilbao con un conocedor de Málaga, emprendimos camino hacia el camping que está a las afueras. 
Bilbao es una ciudad grande, industrial y partida en dos por la ría que lleva su nombre, rodeada de verdes montañas a un lado y a otro y frente a ella, delante, el mar.
Ría de Bilbao en 1993
Desgraciadamente esa industria que tanta vida da a la ciudad ha matado lo que identifica a la misma, su ría. Todos (o casi todos) los vertidos van a ella y la industria no pone ningún medio para evitarlo. En la ría no creo que sobreviva ningún animal acuático, ya sea pez, crustáceo, planta ó gusano; es una pena que huela tan mal y tenga ese color de muerte. Su estado depende de los bilbaínos, y cada día, en silencio, ven la irremediable muerte de la ría. 
Unos cinco puentes comunican Bilbao este-oeste, dos con la ciudad del casco viejo, dos grandes y altos puentes con anchas columnas para el tráfico rodado; uno de ellos, llamado Deusto, es grandísimo, en altura quizás un poco más bajo que el de Lisboa pero al ser un puente vasco hay que decir que es mejor, ¿no? y el más curioso es el puente de la ría de Vizcaya con su "barco flotante", como lo llamó la mujer del señor del bar que nos dió de comer.
Camino del camping la mejor manera para no perdernos es bordear la ría, ir por su orilla. Nosotros escogemos el lado de la derecha (mirando al mar) puesto que desde allí hacia la derecha está el camping.
Vemos una factoría enorme al otro lado, con siete chimeneas, dos más grandes que el resto; son los Altos Hornos de Vizcaya. A primera vista impresiona el poderío de tanto carbón acumulado para calentar y fundir lo que imaginamos son miles de toneladas de hierro y acero. Dan ganas de entrar y a la vez huir; la grandeza de la industria, que desde Europa quieren que desaparezca. Dicen que no es rentable y que -digo yo- es el estandarte de la industrialización de finales del siglo XIX, una historia que lo es, y que según cuentan nos cuesta dinero; no sé qué pensar, tal vez necesite un cambio, pero de un cambio al exterminio va un abismo, esa es mi opinión. 
Seguimos bordeando la ría y llegamos a Getxo, una zona de casas muy bonitas de descanso, la parte industrial ya queda a un lado. Desde aquí nos quedan unos 5 km para Sopelana, el pueblo donde está el camping.  
Le peguntamos a un chaval que iba en bici como se llegaba y él muy fresco nos dice, ¡seguidme!, nosotros con todo el peso y él todo liviano; tuvimos que darle fuerte para seguir su rueda. Nos dejó al lado de una gasolinera y seguimos, llegando a los pocos minutos a Sopelana. El chaval nos cuenta que lleva unos dos años intentando hacer un viaje en bici (como tarde un poco más...). 
El camping tiene una vista hacia el mar bonita. Montamos la tienda y nos duchamos. Luego cenamos pan del que compramos en Landa, fruta, chorizo, salchichón. Nos hinchamos. Para reponer fuerzas todo es poco.  Me entró fresco y ¡¡el jersey!!... me lo dejé en la ducha, cuando fuí en busca de él ya no estaba... me acerqué a recepción por si lo dejaron allí, y nada.
Creo que alguien se enamoró del jersey fucsia con la mancha de grasa de bici en la manga izquierda.
Resignada, volví a la tienda. Es poco probable que lo encuentre.


Tirando de hemerotecas

Artículos del ABC donde se refleja el interés que por aquellos años despertaba el ciclismo TDF (¿o era Indurain?)


A pesar de que estas portadas tienen 25 años, las noticias siguen siendo casi las mismas. En El País se reflejan asuntos enquistados (Corea sigue siendo "noticia", guerras en oriente medio y abusos sexuales...). Y la caricatura de Mingote en la portada del ABC, divertida y contundente.


Momento publicidad (ABC)

José Mª García en la COPE (ABC)

Aquí Le Journal du Tour, un resumen de la etapa. Miguel Induráin gana la CRI en Lac de Madine (59 km) y se viste de amarillo. Las condiciones meteorológicas no fueron las mismas para todos. Para añadir emoción a la crono, Miguelón tuvo que cambiar de bici por problemas mecánicos. El segundo clasificado fué Gianni Bugno al que le sacó 2 minutos 11 segundos. En el resumen podemos ver la Pinarello que utilizó en la CRI y otros detalles curiosos, incluída una sección retro. Es un placer ver estos resúmenes tan completos realizados por la televisión francesa.

Aquí lo tenéis:


Etapa 4. Sopelana - Bilbao - Sopelana

13 de Julio de 1993                       62 km. (277 km.)

Hoy vamos a ver la ciudad de Bilbao y si hay algo bonito que ver, lo veremos.
Desayunamos leche, Frostis, yogurt y pan. Estamos bien preparados para ver de todo. Nos costó algo de trabajo encontrar una vía tranquila que nos llevara a Bilbo, cogimos al final la más difícil: una cuesta que cogió un ciclista (de los muchos que hay por aquí) y le seguimos... nos situamos justo frente a los Altos Hornos, nos colamos en una explanada verde y lo fotografiamos. 
Altos Hornos de Vizcaya
Vimos como caía el hierro fundido, pasaba de un lado a otro para enfriarse, inmediatamente nacía una enorme nube de vapor que escapaba por la chimenea; luego, de nuevo lo mismo y un blanquísimo vapor salía por otra chimenea. Llegamos a la ciudad o villa mejor dicho y cruzamos a la otra orilla. Dimos vueltas de un lado para otro, sin rumbo definido. Preguntamos a un taxista por una oficina de turismo. Luego, pasando otro puente vimos la oficina de iniciativas turísticas del Departamento Foral del Vizcaya -o algo así- a Pedro le dieron dos planos de la ciudad, y con ellos más o menos sabíamos donde estábamos de perdidos. Pasamos por la catedral (que creo es de estilo gótico y neogótico) pero no la vimos por dentro. Calles peatonales, edificios oscuros y un sol, al parecer, no muy normal por estos parajes, unos 26ºC. Nos encontramos un mercado (bueno, el estaba ahí hace mucho tiempo, no lo "descubrimos"), y allí compramos avituallamiento. Pasé y vi la cantidad de chacinas que ofrecen, diversidad a pedir de boca y precios buenecitos. Con estas carnes exquisitas descubro que en esto del comer, los vascuences no se lo piensan dos veces: de lo mejor y ya está.
Compré jamón serrano, tacos de jamón (tacos que parecen baldosas) y también longaniza. Un rato antes paramos en una tienda de caramelos, todo caramelos, y resultó harto difícil elegir cuales nos servirían para dar mayor placer a nuestro paladar voraz. 
Cada vez que nos oyen hablar el "acento andaluz" irremediablemente se provoca la pregunta... ¿de donde sois? y su respuesta trae consigo una grata conversación. Esta vez resultó ser una extremeña con hermana en Marbella y padres en Bilbao, curioso, ¿no? La hermana trabaja en una inmobiliaria, y los padres extremeños, vinieron hace bastantes años por motivos laborales a esta ciudad ¡¡¡que cosas!!!
El legendario puente de la ría
Bueno, nosotros seguimos rodando la villa poco a poco a golpe de pedal, dimos vueltas hasta ver un gran parque, Doña Casilda, (igual que el nombre de la profesora del colegio Hogarsol que le dió tanto quehacer a un primo mío, Paco); en este parque comimos y descansamos un rato grande. Hay mucha gente paseando con perros, que no chuchos, sino de raza. También me llama la atención que los bebés van en cochecitos grandotes, (como esos que se ven en las fotos de cuando yo era más pequeña aún) azules con ruedas de gran diámetro y muelles para balanceo, muy curioso, porque recuerdan los años 20 (tampoco tanto, pero algo así como en las películas en blanco y negro).

Remo en la ría
Fuimos a dar una vuelta en la otra orilla, dirección Santurce (Santurtzi) pero la vía del tren lo impidió, no pudimos; tampoco era cuestión de vida o muerte. Despacio volvimos a cruzar la "ciudad" al otro lado de la ría. Camino de Getxo (palabra que me suena y no se porqué a parada de metro), vimos el puente de la ría de Vizcaya, con su "barco flotante". Construído en 1893, celebró el pasado Junio su centenario.
Es curioso, una ancha cabina con seis puntos de enganche y tres cables de acero en cada uno de ellos, pende de la ría y transporta a gente, bicis, motos y coches de una orilla a otra en poco mas de un minuto. De esta manera se ahorra dar toda la vuelta hasta Bilbao, que es un gran paseo algo así como 20 km, tal vez corto para autos, pero a pie es largo.
La gente lo utiliza para ir a la playa de Las Arenas, y cruza por una orilla (la izquierda si miramos al mar) a gente de Sestao, Portugalete y Santurce y por la otra -la derecha-  a la gente de Algorta, Las Arenas, Getxo... como zonas más cercanas al puente.
Erandio

Astilleros Reunidos del Nervión
A partir de un paseo a la playa y ver un morro (traducido del andaluz, un muelle) que guarda barcos de recreo, decidimos volver al camping. 
En la vuelta paramos en un super que hay a unos 3 km antes. Compramos alubias, foie-gras, yogurt y leche para cenar. 
Al final cenamos sopa de ternera (de sobre), chorizo, jamón y la longaniza que sobró del mediodía y un yogurt: Así vamos bien servidos. 
Bajamos a la playa y llamamos desde una cabina  a Málaga y dimos un paseo cerca de ella. 
Vimos unos insectos que por la parte posterior del abdomen iluminan, son como luciérnagas pero no vuelan (no tienen alas y son alargados) tienen anillos y los tres últimos son los que dan una luz verde muy bonita. 
Regresando tras la llamada, ví mas insectos luminosos y cogí uno. Llegamos al camping y ví otro, éste más pequeño.
Le pregunté a un chaval que trabaja en el camping por mi jersey, le dije como es (color, boquetes, etiquetas, manchas) y a esperar si hay suerte.
Por la noche hay humedad, y sobre la hierba rocía, la temperatura baja, pero sigue siendo agradable. Esperemos que esto siga así de bien.


Hemeroteca.

Hoy jornada de descanso en el TDF, pero la prensa cuenta la gesta de Miguelón. Se sospecha que es un extraterrestre.

La portada de El País destaca la foto de Miguel Induráin en la crono (sin casco, ya que se lo quitó tras una inoportuna lluvia y era "legal").
También se señala en ella otro de los problemas que este país de servicios padece constante, el paro. Hablamos de 1993 y el número de parados supera los 2,5 millones de personas, una cifra importante.
Por otro lado y dominando los titulares, aparece un listado de la terna que baraja Felipe González en su agenda para formar el nuevo gabinete de ministros. Significativo el ultimo párrafo que comenta que, 9 de su 18 miembros llevan barba (sic), pero digo yo, que 3 de los 18 miembros son mujeres (Cristina Alberdi, Carmen Alborch y Ángeles Amador) y que yo sepa eran imberbes. Ironías aparte, supongo que con ello querían expresar lo moderno que era el gabinete ministerial.
La publicidad de la portada: Las ETT emergen con fuerza para quedarse.


Vamos con el ABC

El detalle y la infografía es interesante de ver, así como la redacción de los artículos. Una curiosidad: Primer clasificado en la CRI Miguel Induráin, último clasificado Prudencio Induráin... salvado por el pinchazo que sufrió la Pinarello de Miguel, su hermano y que gracias a este "retraso" entró por tiempos.

Felipe de Borbón con el barco Aifos, nuestro barco (digo, el de la Armada Española) lidera el mundial de Vela, en la clase 3/4 de Tm, que se celebra en Palma de Mallorca. En la clasificación general provisional, en segunda posición se sitúa José Luis Doreste con el Bribón y, dice el artículo que Cristina de Borbón, con el Meyba va en 8º puesto, todo esto tras finalizar las dos mangas de la jornada.... vamos que iban a todo trapo. ¡¡Que cosas!!
Es interesante curiosear el anuncio conjunto de Telefónica (y su ya viejo logo) y la Comunidad de Madrid promoviendo las telecomunicaciones en las empresas. ¡¡El futuro está aquí!! y Lola Fernández, del Instituto Madrileño de Desarrollo (IMADE) podrá informarnos de los detalles del programa.

Esto es todo por hoy.

Etapa 5. Sopelana - Andra Mari - Sopelana

Miércoles, 14 de Julio de 1993         89 km (366 km)

Hoy vamos a dar una vuelta de reconocimiento a la zona por el interior. Desayunamos bien con un litro de leche con Frostis y pan con nocilla... completito. Antes de adentrarnos nos llegamos hacia Algorta, que también tiene playas. Ayer vimos una zona verde a lo lejos muy bien cuidada, pero al ir de vuelta lo dejamos para hoy. Hay en Algorta una playa muy grande -playa de Arrigunaga-  está el pueblo encima de un montecito y la playa pilla en lo bajo, desde un balcón que queda como un paseo en la zona alta. Tiene muy buena vista. La playa es ancha, con una zona, incluso con hierba para quien no quiere nada con el mar.
Playa de Algorta
Nosotros llegamos con la marea baja y se ve grande. Hoy es un día soleado y se llenará. Llegamos hasta Las Arenas por la costa, que está al otro lado. Vimos la zona verde y unos caserones antiguos muy típicos de las zonas francesas pero aún no me acostumbro a pensar que son caserones de zonas frías, porque la etiqueta "made in france" no la lleva. Las casas tienen doble ventanal para aislar en invierno de las inclemencias. Después de tan grato paseo y estar un ratito reposando al borde de la playa de Las Arenas, viendo bikinis y bañadores, decidimos adentrarnos y hacer el recorrido por el interior. Empezamos por volver hacia Sopelana. Nos dirigimos hacia Urduliz y luego camino de Butrón, vimos un castillo muy particular, grandecito y tipo medieval, pero no se ve antiguo, al menos está bien cuidado.
Torre del Castillo de Brutón
El verdor de la zona es inacabable y no deja de sorprender el pino negro, abetos, castaños, robles, abedules, cipreses y acacias es lo que mas abunda; a veces, alguna higuera que creo que solo sirven para dar sombra porque higos pocos, y a estas alturas del calendario, pocas... El recorrido es cómodo, bastante cuesta abajo, ya veremos para regresar. Llevamos para comer foie-gras al Oporto, jamón york, frutos secos y caramelos para el camino. Pasamos por Gatica, es pequeño. Cuando llegamos a Mungia buscamos una panadería abierta, ya era un poco tarde y al final encontramos una panadería y por la parte de atrás, (ya que estaba cerrada) me dieron el pan y a otra señora también. De paso le preguntamos a esta señora donde había una zona verde para ir. Nos guió hacia la salida yendo hacia la estación (que más que estación era un rellano con autobuses), la zona quedaba más adelante. Después de buscar algo pequeño, encontramos el parque; este sí es grande y hermoso, con bastante arboleda, fuentes y asientos.
A la sombra anotando recorrido en la bitácora

Esas gafas Rudy Proyect
Nos comimos una barra grande entre los dos con todo el foie gras y el jamón york.
Pequeño bocata

Al terminar buscamos un bar en el cual nos tomamos un café y vimos el alucinante final de etapa del Tour, con ese Miguelón fuertote y ese aliado suizo que se ha buscado para ser tricampeón, y el otro (el suizo) un puesto en el podio, y qué mejor aliado contra la montaña que un apoyo así. A ver si van bien. Después de ver como pedalean los mejores, vamos nosotros.
Decidimos seguir un recorrido indicado para ciclistas, tal y como indican los carteles que vemos en los lados. Intentaremos hacer el recorrido nº 1 y el 1ºa (una variante). Salimos de Mungia, hace calor y vamos hacia Fruniz. Hay ciclistas por todos lados y el recorrido que seguimos, además de estar señalizado, los fines de semana en algunos tramos está vigilado para que los coches no corran más de 40 km/h.
Para que en Málaga hagan al menos la mitad de esta infraestructura queda mucho, mucho, mucho. Esto es afición, lo demás es broma. Todos los días en el diario que se publica en esta zona, El Correo Español, aparece al menos una hoja con artículos de las competiciones de ciclismo de esta zona, ya sean de aficionados, juveniles, etc.. aquí el deporte regional tiene importancia desde la base, como debe ser. Para que el piso sea resistente la base debe ser buena.

Pasado Fruniz, llegamos a Olavarri luego por Morga donde decía un cartel que el Camino de Santiago es por aquí.
La primera noche que pasamos en el camping, dos tiendas a la izquierda de donde estábamos nosotros había un ciclista (de carretera) que va a realizar el Camino de Santiago en bici, se dirigía hasta Deba (al este) y luego se dirigía al Camino. Es viejete y no habla palabra de español, veremos lo bien que lo pasará cuando intente hacerse entender con los gallegos profundos.
Pasado Morga hay una señal de lo que creo fue la Vuelta Ciclista al País Vasco para aficionados (creo que es esa por lo leído en prensa), en la que se lee "comienza puerto". La subida no es dura en sí, la carretera como todas las de aquí, es buena, pero resulta que el "comienza puerto" está muy abajo, o mejor, el puerto tiene poca pendiente y sudamos un poco. El alto se llama Morgako ó Alta de Gama. Ya en la bajada, unos ciclistas nos cruzan y llegamos hasta Andra Mari, que a partir de ahí es camino de vuelta: Fika, Gamiz y de nuevo a Mungia. El pedal de Pedro ya está que no puede más, éste será el lugar donde será sustituido por otro. Buscamos una tienda y preguntando nos llevaron a la tienda de Eugenio, un lugar oscuro, largo y de color taller auténtico. Es como "El americano", un taller de bicis de Málaga a la vieja usanza. Un joven montó el preparo y colocó el pedal derecho nuevo. Yo mientras, ojeaba el Ciclismo a Fondo, que como no lo remedie Dios, me quedo sin él cuando vuelva. Aparece un comentario de lo que es este Tour y de lo bien que lo hizo Miguelón en Italia... 
A Pedro ya le han cambiado el pedal, conversa un poco con el hombre y le decimos a dónde vamos. Nos largamos y a la salida del pueblo que era cuesta arriba, Pedro pincha la rueda trasera con un buen alambre. Cambiamos cámara y montamos de nuevo. Qué tarde lleva la bici de Pedro -pedal y cámara- todo en un ratillo. Esta salida que íbamos a hacer no es la buena. Volvemos bajamos, bebemos agua en la gasolinera y tomamos como avituallamiento frutos secos. Ahora cogemos el camino correcto, sentido Laukiz, zona de Butrón a Sopelana. Ha sido un buen paseo.
Cuando entramos, el muchacho del camping me preguntó cómo era mi jersey perdido. Mientras íbamos se lo contaba y allí estaba.
Ha estado bien el final del día, ya lo daba por perdido y al final ¡¡bien!! 
Cenamos.
Refresca por la noche pero ya tengo el jersey ¡¡hurra!!

Nota: Recorrido similar al realizado en
Wikiloc


Hemeroteca.

Tiramos del ABC y escogemos pinceladas de la actualidad

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Con radio casette 
Imagen y sonido

El Sáhara a día de hoy es un asunto aún sin resolver. Más que un asunto enquistado, nos hemos olvidado... miramos para otro lado y el pueblo saharaui sigue en el limbo. 
Por otro lado pocos recordamos la movida que tenían los cambios. La peseta, el dracma y el escudo eran las monedas débiles de Europa. En esta noticia nos informan que un marco alemán se cambia a 170 pesetas y el dólar se cotiza a 130 pesetas. Con la llegada del euro nos olvidamos casi del nombre de las monedas europeas, salvo la libra... que se libra ;-)


Cambio de moneda
Sahara





















En lo deportivo, las noticias del TDF se centra en la etapa de los Alpes, Glandon, Galibier y Lautaret son los colosos alpinos al que se enfrentó el pelotón.


Mientras los sufridos ciclistas recorren kilómetros por Los Alpes, Isabel Preysler decide no veranear en Marbella, elige estar cerca de la familia de su futuro yerno, los Bofill, en la Costa Brava.

Y para recordar la gran etapa del día, aquí un resumen.

Nota:
Hace unos días estuvimos revisando las diapositivas y repasando las localizaciones. Días después Julián Alberdi, y pasando de casual por la zona, me envió esta fotografía desde Algorta. Gracias!!

Imagen actual playa de Algorta